La gestión de la capacidad puede evitar crisis a los restauradores: así se hace
COVID-19, Gestión de clientes, Automatización de cocinas, Blog QSR, Gestión de restaurantes, Tecnología para restaurantes
With the world navigating the realities of COVID-19, stories of upended “normality” have flooded the news cycle. We’ve become accustomed to scenes of “looted” grocery aisles and empty restaurant dining rooms, but Mother’s Day 2020 may go down as a historical event. The holiday often cited as the average restaurant’s busiest day, created a massive snafu for many United States restaurant operators. Harrowing stories of long pickup lines, canceled orders, and parking lot brawls(!) have left many restaurant operators wondering how they could’ve prevented the fiasco. The answer (you read the title!) is restaurant capacity management.
Capacity management is a restaurant technology feature that helps you manage your off-premise (and walk-in) workload through smart data and quoting features. We’ll get deeper into that later. First, let’s unpack what happened on Mother’s Day 2020, how operators could have avoided it, and how to prevent it next year.
La crisis del Día de la Madre
Dado que las normas de distanciamiento social siguen impidiendo las reservas para comer en el restaurante y que el Día de la Madre es una festividad de gran afluencia en los restaurantes, muchos operadores recibieron más tráfico que nunca fuera del local y no pudieron gestionarlo. Los clientes hacían pedidos para recoger o entregar a través de un servicio de terceros, donde los restaurantes recibían los pedidos en (generalmente) su sistema de punto de venta. El TPV o el servicio de terceros volvía a citar a los clientes una hora para recoger sus pedidos. El problema es que estas tecnologías no cotizaban a los clientes en función de la carga de trabajo real del restaurante. En su lugar, la tecnología proporcionaba un presupuesto preestablecido, basado en el pedido. Con muchas cocinas trabajando a pleno rendimiento, estos presupuestos eran a menudo inexactos y no reflejaban su ancho de banda. Como resultado, muchos clientes recibían presupuestos de recogida para la misma hora, lo que creaba un cuello de botella y una gran cantidad de pedidos retrasados (en algunos casos, ¡hasta 30 a la vez!).Enterrarse
Have you ever seen that famous episode of I Love Lucy? The one with the chocolates on the conveyor? Many operators felt like Lucy Ricardo on Mother’s Day (please watch the video if you haven’t). See, it’s bad enough when you get behind on orders — customers get surly, and staff gets stressed. The worst is when you’re already late, and the orders keep coming in! Este "entierro" es lo que les ocurrió a muchos operadores el Día de la Madre. Sin forma de frenar los nuevos pedidos, el personal se retrasaba cada vez más. En poco tiempo, restaurantes grandes y pequeños empezaron a reportar historias de:- Aparcamientos atestados de coches. En uno de los incidentes, una cadena de restaurantes fue incapaz de procesar el atasco, por lo que el gerente (¡acompañado por la policía municipal!) tuvo el desafortunado deber de informar al airado grupo de que cancelarían sus pedidos.
- Clientes esperando pedidos durante más de una hora, en algunos casos, más de dos.
- Operators giving up and opening doors for walk-in, violating social distancing protocol and sparking heated debates online.
Dejar una respuesta